Buscar este blog

domingo, 30 de octubre de 2016

Crónicas de un viaje norteño : "El camino en busca del queso de cabra perdido en Cafayate

Desde mi viaje anterior a Cafayate, tenia pendiente conocer un lugar. Esta vez no quedaría pendiente. 
Ayer en la dirección de turismo que esta frente a la plaza me dijeron que no sabían si todos los domingos abría la única Fabrica de Quesos de cabra del pueblo : Cabras de Cafayate. 
Me dieron un par de planos con unas marcas para llegar y la información que si abrían los domingos sería entre las 10 y las 13 horas.
Sin agenda ocupada  para este día , el cual quedaría destinado solo para  descansar y prepararme para la intensa semana que comenzara mañana, decidí que era el momento adecuado. ¿lo era?
Domingo 10 am, buen momento para partir
Por suerte le pregunte a los señores de la feria de artesanías de enfrente como llegar, ya que estaba enfilando en  la  exacta dirección  contraria.
Ellos solicitos me dijeron :

"Doble en las esquina a la derecha, camine por calle Córdoba dos cuadras. Allí se termina el pueblo. 
Siga por el camino de tierra un kilómetro y un poco mas. 
Vera una casa blanca. Allí es".

Wow, después que se termina el pueblo!! toda una aventura!! menos mal que vengo preparada para ello!! 
Comenzando ya!
Lo primero que descubrí tras 36 hora de estar en esta parte del pueblo es que me hospedo a la vuelta de la Bodega "El Porvenir de Cafayate " sin haberme dado cuenta antes!! Caramba!!! 
Podría haber ido a visitar a Paco Puga!!! 
No!, no delires que  hoy que es domingo!



















Continué mi camino y un par de cuadras después me encontré con el Cuartel de Bomberos de Cafayate donde estaban  varios de ellos en pleno trabajo de mantenimiento  y limpieza de las autobombas



Unos metros mas y me tope con un vivero al que entre con mi espíritu curioso, para ser interceptada por una anciana con pocas pulgas que inquirió rápidamente :
"¿Que busca?" . 
Les dije que estaba conociendo el lugar y quería visitarlo pero volvió a hacer la misma pregunta, ante lo que rápidamente dije : 
"Busco vides. ¿Tiene?".
 Una joven me indico el lugar donde tenían plantas de torrontés y cereza. "Es lo único que tenemos" sentenció !. No me anime  ni a sacarle una foto a esas vides.....


Viendo que se mostraban  no muy amigables y poco  dispuestas al dialogo .... y no los contradije y seguí mi camino luego de agradecer la información. 
Una verdadera pena, tenían montones de plantas interesantes para descubrir y sobre todo mucho por hablar con la gente del lugar, ya que asi se conoce un pueblo.
Me parece que no le gustan los turistas y menos si llevan sombrero con cinta de flores y lentes negros. 
Respete su cautela y me fui silbando bajito.
Vamos a lo que vinimos.: Recorrer el camino hasta encontrar "Cabras de Cafayate"

Así, sin brújula ni Google Map (encontrar señal de Internet aquí es una verdadera lotería), plano fotocopiados en mano, sombrero, agua mineral , ganas de llegar y sin   nadie mas  a quien preguntar ya nada, seguí mi derrotero.

El camino, de arena, tiene un gran médano a la izquierda y pequeñas fincas con  viñedos a la derecha.

Pase por Finca La Arenosa, pero estaba cerrado y me quede con la intriga de saber que vinos se producían allí. Bueno, supuse que producían vinos porque vi plantaciones de vid y unos perros poco amigables que me hicieron respetar una señalización  que decía :"Propiedad privada"

Un  poco mas adelante, alentador cartel me informe que a un kilómetro se encuentra "Cabras de Cafayate".
Buenisimo!!! voy por el camino correcto!!  
Pero ....¿ como calcula una porteña citadina esa distancia?
No me parece relevante el dato y si seguir caminando por el solitario camino en el cual el sol aprieta cada vez mas. 
El saquito de hilo mangas tres cuarto esta ya de mas.


Cuando el camino me regalaba un trecho de sombra, la brisa refrescaba el andar, pero al sol, quedaba claro que el día seria difícil cuando pasaran las 13 horas.
Y tras un rato  de caminata,  mientras reflexionaba y cantaba canciones, y  acumuaba medio kilo de arena en las zapatillas,  vi a lo lejos una casa blanca y recordé lo que me habian informado mis vecinos de la feria de artesanías. 
Parece que estoy llegando!!!!

Lo que nadie me dijo es que este camino de la Calle Córdoba y su continuación arenosa termina en la tranquera misma de la propiedad de "Cabras de Cafayate". 

Enorme fue mi alegría al  comprobar que estaba abierto el acceso al lugar y al ver desde lejos un auto estacionado y gente que salia de la casa blanca.

No solo había llegado sino que también tenia posibilidades de conocer el establecimiento.

Una amable joven, Raquel, me informa que las visitas son para grupos y que esperará un rato a ver si llega alguien mas.
Hago un breve recorrido por el lugar de acceso publico y me siento a generar notas de este recorrido y sacar fotos. Luego de una media hora llega un auto con tres mujeres.
Minutos después Raquel me informa que comenzaremos la visita.

Misión cumplida!!! Voy a conocer el establecimiento "Cabras de Cafayate" de la Familia Domingo!!.
El recorrido de cuarenta minutos fue detalladísimo en técnica y actividades diarias del lugar con sus animales y en la producción. 
Raquel se desenvuelve como una verdadera experta en el tema y con una muy buena forma de comunicarlo
Es de destacar la precisión y abundancia de datos técnicos aportados por ella en todo el recorrido.
Luego de ello nos preparo una degustación de quesos y tuvimos la oportunidad de acceder a comprar alguno de ellos, así como algunos de los vinos de Domingo Hermanos y una conservas dulces que ellos canjean por quesos y vinos.



Atareadísimo, razón por la cual no lo interrumpí, Gabriel Domingo cargaba cajas sin parar desde el área comercial a otro lugar.
Y así termino mi mañana de aventuras por los caminos de Cafayate en busca del queso de cabra perdido.
¿Que? 
¿Cómo fue la visita? 
A bueno!! eso es tema de otra entrada en el blog!!! 
Habrá que esperar una horas mas

Datos de Contacto

 Finca Auletta fracción G y H
 Localidad de Cafayate
 Tel: +54 (03868) 422050




In Vitis We Trus reloaded

Piedras en el camino, meses suspendido, nubes de polvo en el horizonte, matas de pasto rodando con el viento que ulula.........
El blog quedo detenido en el túnel del tiempo........
Pero acá vuelvo, con mas ímpetu que antes a intentar sostener la frecuencia de las notas que acumulo sin escribir (paradojas de estas ganas de comunicar y el tiempo mezquino de la vorágine diaria.
Acá, en Cafayate, con otros tiempos y presiones, enuncio el relanzamiento del blog.
Mientras superamos problemas técnico con Microsoft y la volátil señal de wifi de la zona, se van armando nuevas notas de esta etapa que se llamara:
"Crónicas de un viaje norteño"
Luz

miércoles, 25 de mayo de 2016

Encontrándome con mis Enemigos

Es sábado 21 de noviembre de 2015 y estoy recién aterrizada en Mendoza.  Es un  día precioso y estoy muy cansada de una noche sin dormir. Check in y relajarme un rato. Me duele todo! . Pero hay que aprovechar cada minuto de este viaje, ya habrá tiempo para descansar a la noche. Llamo a Casa El Enemigo. Me atiende Constanza Hartung que me invita a ir y toma mi reserva.



Hablo con mi nuevo remisero de cabecera Carlos quien 11.30 pasa a buscarme. Creia que era más cerca, no termino de incorporar las distancias en esta ciudad. Él me informa que son 27 km. Nos dirigimos al departamento de Maipu, en la Localidad de Cruz de Piedra.
Llegar a esta bucólica zona llamada Chachingo, o Republica de Chachingo como le gusta nombrarla al dueño de casa, implica recorrer un camino bordeado por gran cantidad de fincas y viñedos, grandes y pequeños, con nombre conocidos y otros no tanto. Pasamos por Tapiz, por Chandon, por Carinae y seguimos hasta pasarnos! Volvemos y allí está “Casa EL ENEMIGO”. 
Carlos me despide y me dice que lo llame cuando quiera volver a la ciudad.


El sol se está volviendo impiadoso, y el cielo totalmente despejado. Sera un gran día.
Comienzo a caminar por la finca, que me recibe silenciosa, brillante, plena  fuerza de naturaleza  del lugar,  se acercan algunos perros amistosos y al final de un camino me encuentro con Alejandro Vigil quien me recibe alegremente.


“Hola Alejandro, te sorprendí, llegue antes de lo que habíamos hablado”
“Luz!! No sabía que venias tan temprano”
“Solo vine a almorzar Ale, cometí un error al agendar Domaine St. Diego hoy, pero me esperan mañana, así que  desensille en el hotel y acá estoy."
"¿Igual nos vemos el lunes  en La Pirámide, no?"
"Claro, estaré todo el día recorriendo los viñedos de Catena Zapata y el Catena Institute con Luis Reginato y con vos si no surge ningún imprevisto."
Amable y atento a todo lo que lo rodea, observa el ir y venir de los jóvenes empleados que están armando todo para el almuerzo. Tener un restaurant dentro de su finca y en el jardín de su casa, lleva un trabajo arduo al momento del servicio.
Dispone que Gisela me acompañe a realizar una recorrida por el lugar, quien inmediatamente comienza a contarme la historia de la finca.


Me cuenta cómo al conocer el lugar Alejandro decidió en armar allí su casa,  la  bodega  “Aleanna” y su finca donde planto  malbec y cabernet franc entre otros cepajes, lo que incluye el trasplantado de cien plantas de más de cien años que iban a ser arrancadas de una finca conocida por él y que las pidió. El 97 %  resistió el trasplantado y una parte de ellas han conformado La Loma de Chachingo, donde se yerguen  cubiertas de la sabiduría que sus años les han dado.

Inspirado en sus vivencias familiares, especialmente en los recuerdos de su abuelo, en sus reciente recorridos por Jura, pudo hacer realidad un sueño largamente esperado junto a su esposa María y hoy  compartido con sus hijos Juan Cruz y Giuliana, este emprendimiento busca recuperar  las emociones y vivencias de su infancia en la casa de su abuelo en San Juan, en seguir reuniéndose en torno al vino con amigos  para disfrutar y compartir comidas y momentos irrepetibles. Acompañados por la comunidad de Chachingo, muchos de los productos que se usan en el lugar provienen de productores locales, como por ejemplo los quesos, con quienes están armando una fuerte red barrial.

Gisela me lleva a visitar una "gran" calicata en donde puede observarse  un corte de más de dos metros de profundidad que dan cuenta de una gran cantidad de piedra grande en la zona más profunda, piedra más chica sobre las grandes y una capa de más de 60 cm de arcilla, producto del paso del Rio Mendoza en algún momento de la historia del lugar y que actualmente pasa a 500 metros del lugar.


Comenta que cien metros más allá, hay una pequeña calicata dentro de una de las cavas que da cuenta de lo diferente de corte y del suelo, y por ende de los resultados posteriores en el perfil de los vinos.


Se incorpora una pareja de  visitantes brasileros al recorrido que continua con una explicación sobre la vinificación en piletas de concreto recubiertas con epoxi que se encuentran a la intemperie al igual que varios huevos de cemento de diferentes tamaños, la mayoría de los cuales están en la galería del restaurant bajo una hermosa pérgola de postes y cañas  que dejan atravesar parte del intenso sol del mediodía. El calor comienza a tomar protagonismo.

Recorremos los diversos salones del lugar, y disfrutamos del arte que acompaña casa espacio y los minuciosos detalles de diseño. Allí se organizan eventos y catas  al igual que, cuando el clima lo permite, en sus jardines.



Conocemos el emprendimiento de María Sance, la esposa de Alejandro,  de sabores y aromas seductores encerrados en pequeños frascos de conservas, y dulces orgánicos, todos realizados con productos absolutamente naturales. Su nombre es Gardenia. Su chutney de cerezas, del cual no quedaba para llevarme a casa, y su arrope de uva son deliciosos.


Luego nos lleva a la visión del Dante que Alejandro ha realizado entrando a la cava subterránea llamada “El Infierno” donde descansan apiladas en forma de pirámides separadas por terroirs v barricas de roble francés de segundo y tercer uso. 




En ese lugar se respira magia y misterio. Sus cuadros, candelabros y el gran libro que corona una mesa son un marco de película para unos vinos que invitan a soñar.



El recorrido por sus túneles, sobre sus pisos calcáreos con diseños diversos diseños, sus paredes de piedra, encierran y resguardan los vinos y muestran las entrañas de sus suelos en una calicata  abierta y protegida por un vidrio y tenuemente iluminada.




 Saliendo de allí, una pequeña y vieja planta de cabernet franc nos recibe en el pequeño patio interior, que como  guardián solitario nos da paso a subir las escaleras que nos llevaran a  nuestro lugar de almuerzo.




Tranquila y embelesada por el marco natural  que me rodea, me siento en pequeña mesa en la galería, entre plantas , barricas y huevos de cemento, desde la cual veo a unos diez metros, bajo un par de sombrillas la mesa de la familia de Alejandro y sus amigos, completando un cuadro de intimidad y disfrute de la vida.




Veo como descontracturados jóvenes van y vienen proveyendo a los comensales de todo lo que puedan necesitar para el almuerzo. Alejandro va y viene atento a todo, llevando en sus manos dips y canastas y macetas con panes y grisines artesanales. .
La camarera designada a mi mesa me pregunta  por cuál de las opciones de plato principal optare, me deja el menú y las opciones de selección de vinos. Antes de que pudiéramos  pensar juntas el maridaje, se acerca Constanza y le dice que deje las siete copas, ya que Alejandro me ha invitado para que prueba lo que yo llamo “La Saga de los Enemigos”. Feliz, me dispongo a disfrutar una comida que lo promete todo.

¿Y como estuvo ese almuerzo en cuatro pasas maridado por 7 Enemigos en un radiante y primaveral día de sol?
Ah eso se los cuento mañana. Ahora me voy a soñar un rato con la Republica de Chachingo, la cual extraño mucho.
Luz

CASA EL ENEMIGO

Videla Aranda 7008. Cruz de Piedra, Maipú.
Lunes a viernes. Horarios de visitas: 9.30, 11.30 y 15.30.
Sábados. 9.30 y 11.30.
Reservas: constanzah@enemigowines.com; facebook.com/casaElEnemigo

martes, 24 de mayo de 2016

Terminando la cuenta regresiva  9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2.......
mañana con fecha patria salgo al ruedo con este  blog!!!!